No solo los hematólogos se enfrentan a la anemia, sino también a los médicos generales, obstetras, ginecólogos, cirujanos y muchos otros especialistas. De hecho, este es un síndrome universal. En la literatura profesional, se aísla un gran número de anemias diferentes. Algunas de sus variedades tienen un pronóstico relativamente favorable, mientras que otras se desarrollan en el contexto de enfermedades malignas. Es por eso que un diagnóstico diferencial oportuno y completo de la anemia tiene una importancia clínica particular.